Por Agnes Aineah, ACI Prensa.
El Cardenal Fridolin Ambongo, presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM), ha condenado a los países vecinos de la República Democrática del Congo (RDC) por colaborar con multinacionales para “saquear” los recursos naturales del país.
Como consecuencia, extensas áreas de la RDC están inmersas en una violencia prolongada, ha denunciado el también Arzobispo de Kinsasa. Por ello, insta a la comunidad internacional a contribuir a la restauración de la integridad territorial del país centroafricano.
En su homilía en la Misa que celebró el 24 de febrero, el Cardenal Ambongo aseguró que la paz en la conflictiva región sólo se lograría si dejan de explotar abusivamente sus recursos naturales.
“Agresores y multinacionales se han unido para poner sus manos sobre las riquezas del Congo, en detrimento y con desprecio por la dignidad de los ciudadanos congoleños pacíficos, creados a imagen y semejanza de Dios. ¿Hasta dónde llegará este desprecio? ¿Hasta dónde llegará la trivialización de la vida humana, por sagrada que sea?”, denunció el purpurado congoleño desde la Catedral de Nuestra Señora del Congo.
El líder católico aseguró que está “convencido de que devolver la paz al Congo también significa poner fin a la violación de la integridad territorial del país y al saqueo descarado de sus recursos naturales”.
Esta Eucaristía fue la respuesta del Cardenal Ambongo a un comunicado que el presidente de la Conferencia Episcopal de la República Democrática del Congo (CENCO) y Arzobispo de Kisangani, Mons. Marcel Utembi Tapa, lanzó el 20 de febrero, alentando al pueblo de Dios en la RDC a “intensificar las oraciones por la paz”.
En la declaración, Mons. Marcel Utembi Tapa, lamentó que la situación de seguridad haya venido “deteriorándose, especialmente en la parte oriental” del país, y alentó a que “se recite una oración especial por la paz al final de cada Misa”.
En su homilía del 24 de febrero, el Cardenal Ambongo relacionó la inseguridad en la RDC con el genocidio de Ruanda en 1994, en el que fueron asesinadas más de 800.000 personas. Durante la matanza, más de 2 millones fueron desplazados y obligados a buscar refugio en las fronteras del país. Se dice que algunas de las personas que llegaron a la RDC trajeron la guerra con ellas.
“Nuestras poblaciones, especialmente en el este del país, han estado viviendo una verdadera tragedia y tormento durante casi tres décadas”, sostuvo el Cardenal Ambongo, y recordó que “justo al comienzo de estos conflictos en agosto de 1994”, los obispos en la RDC habían “dado la voz de alarma”, alertando a los líderes del país y a la comunidad internacional de las posibles consecuencias.
Los obispos, recordó el purpurado, expresaron su preocupación por “la transferencia del conflicto ruandés a nuestro país”.
El presidente del SECAM criticó además lo que describió como “ambiciones expansionistas” de los países vecinos de la RDC: “Con el tiempo, varias misiones y organizaciones han informado sobre las ambiciones expansionistas de ciertos países vecinos en el este, y el saqueo sistemático de las riquezas del subsuelo congoleño por parte de multinacionales”.
El cardenal congoleño de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos también criticó la inacción de la comunidad internacional, señalando que el silencio equivale a “complicidad”.
Además, lamenta y le parece inconcebible que, con los medios a su disposición, las Naciones Unidas no hayan logrado restaurar la paz en la RDC.
Finalmente, el purpurado congoleño, que comenzó su ministerio episcopal en marzo de 2005, instó a sus compatriotas a trabajar juntos en unidad “para bloquear el camino del enemigo”.
“En un momento en que la integridad territorial y la soberanía nacional están siendo puestas a prueba, llamo a la nación a unirse para bloquear el camino del enemigo”, manifestó, y pidió a los políticos de la RDC que trabajen juntos por la paz.
El 25 de febrero pasado, el Papa Francisco indicó que estaba “siguiendo con preocupación el aumento de la violencia en la parte oriental de la República Democrática del Congo”, y luego se unió a los obispos congoleños a rezar por la paz.
Imagen destacada: El Cardenal Fridolin Ambongo de Kinsasa, Congo, presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar, da su bendición al final de una Misa en la Basilica de San Pedro para participantes en la asamble del Sínodo de los Obispos en el Vaticano el 12 de Octubre del 2023. (CNS/Lola Gomez)
