En febrero, salvadoreños de todo el mundo acudieron a las urnas para reelegir al presidente Nayib Bukele y su partido Nuevas Ideas. El presidente Bukele se ha descrito a sí mismo como un hombre de negocios, un “rey filósofo” y “el dictador más genial del mundo”. Es el primer presidente que busca un segundo mandato de cinco años después llenar los tribunales con jueces que aprobaron su candidatura inconstitucional a la reelección. Sin embargo, su abrumadora popularidad se debe a la dramática disminución de la tasa de homicidios durante su mandato. Con medidas severas contra el crimen organizado, el presidente Bukele inició un estado de excepción que suspendió el hábeas corpus y resultó en el encarcelamiento masivo de más de 70.000 personas, la mayoría sin condena. El número de homicidios en El Salvador cayó casi un 70% durante 2023. Mientras tanto, el World Prison Brief nombró a El Salvador como el país más encarcelado del mundo con más del doble de la tasa per cápita de Estados Unidos. Los defensores de los derechos humanos han documentado 190 muertes y 5.000 abusos relacionados con esta política.
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Imagen destacada: En una fotografía de archivo se muestran jóvenes apoyados en una cerca en la región del Bajo Lempa en El Salvador. Varias organizaciones católicas se encuentran entre los grupos eclesiásticos de El Salvador que denuncian el arresto ilegal de ocho adolescentes en la región como parte de una ofensiva contra las pandillas. (CNS/Ho New, Casa Presidencial vía Reuters)
