El llamado misionero persistente
Jesús, ¿por qué me llamaste
a servirte a los 11 años?
¿Por qué me hiciste imaginar
la alegría de mi madre
ante el obispo ordenante?
En ese entonces, pensé que sabía.
No era esta mi vocación,
sino la de mi madre. ¡Uf!
Sin duda, tal pecador no sería
llamado a trabajar en la Viña.
Terminó, pensé yo, pero Tú
volviste como el sabueso de los cielos.
No me soltabas. De nuevo,
me enardeciste para entrar al seminario.
Pensé que para ese entonces ya era muy viejo.
Ay, gracias a Dios. Libre.
Y una vez más, temeroso yo,
Tu mano me guio, diciendo: Entra.
¿Te imaginas a un veterano de guerra,
a los 43 años, asustado?
Me rendí y dije sí. Y ahora,
Después de 40 años de sacerdocio misionero
Digo “gracias” por desafiarme.
Es difícil decir “no” cuando me otorgas
la oportunidad de compartir Tu amor
con mis hermanos y hermanas.
— Joseph P. La Mar, M.M.
Imagen destacada: Una imagen de un racimo de uvas representando la viña del Señor y el llamado misionero a la vocación del Padre Maryknoll Joseph La Mar. (Foto de pixabay)