El Padre Enrique Bustamante, un compañero de camino misionero, me envió hace un año un audio desgarrador: “El sol empezó a quemar la selva. Este es mi palto que estaba verde. Un par de horas de sol intenso y lo ha quemado. La gente está muy preocupada. Han quemado por todos lados”.
Entre lágrimas continuó: “Han talado y han quemado los bosques. Por eso está lleno de humo por todo Bolivia y el sol está más intenso”.
Conocí al Padre Bustamante hace años, después de participar en un curso de Transformación Misionera de la Iglesia realizado por el Centro Misionero Maryknoll. Él nos pidió colaboración para formar a los laicos de su parroquia San Pío X en Cochabamba, Bolivia.
El Padre Maryknoll Pablo Masson sirvió por años en esa parroquia formando Comunidades Eclesiales de Base. Muchos seminaristas Maryknoll han realizado su Programa de entrenamiento en el extranjero allí.
Hace tres años el Padre Bustamante, de la Arquidiócesis de Cochabamba, asumió la dirección de la parroquia Virgen del Rosario en Eterazama, en la Vicaría Chapare en la Amazonía boliviana. Allí también nos pidió colaboración, ya que la zona tenía muchas necesidades, tanto pastorales como de formación de laicos.
Esta invitación fue una bendición. Renovó nuestro compromiso en la Amazonía, poco después del Sínodo Panamazónico convocado por el Papa Francisco.
“Sueño con una Amazonia que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea escuchada y su dignidad sea promovida”, dice el papa en Querida Amazonia.
La Amazonía ocupa el 65% del territorio boliviano y abarca nueve países. Este pueblo de Dios, como lo llama el papa, se encuentra amenazado por la tala indiscriminada, la quema de la selva para extensión de cultivos y la plantación de la hoja de coca.
TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure) es otro lugar en la Amazonía donde colaboramos con el Padre Bustamante en la Parroquia Santísima Trinidad. Él nos presentó el Proyecto Pastoral de la Vicaría Chapare, que abarca las parroquias Villa Tunari, Chipiriri, Eterazama, San Gabriel, y Santísima Trinidad. El proyecto tiene como prioridad el cuidado de la creación, teniendo en cuenta el llamado del papa a construir una Iglesia con rostro indígena en la Amazonía.
Nuestra intervención incluye, además de atención pastoral, un proyecto de reforestación en la Amazonía. Hemos abierto viveros para crianza de especies nativas de árboles maderables, ornamentales y alimenticios. El Seminarista Maryknoll Barrack Odeka se unió a este proyecto en el TIPNIS y nuestro centro Maryknoll en Cochabamba.
El Padre Bustamante es un incansable misionero. Él no escatima en promover el cultivo de árboles y en crear consciencia en las comunidades sobre la importancia de cambiar los hábitos que contribuyen a la destrucción de la biodiversidad del territorio. Su desgarrador mensaje, aquel día, entre lágrimas que brotaban y siguen brotando, fue enviado por la impotencia de ver y sentir que el cambio climático es una realidad y que es, en gran parte, obra de nuestra irresponsabilidad.
“Pienso en la humanidad que todavía arde en medio de la selva, en medio de la Amazonía que sigue destellando”, dice el Padre Bustamante. “Entonces, como patrimonio de la humanidad, hay que buscar formas de cuidarla, valorarla y compartirla”.
¿Qué nos dirían esos árboles cuando “el sol empezó a quemar la selva”? ¿Qué nos reclamarían? ¿Qué nos dirían de nuestro compromiso misionero?
Quizás, si “el sol empezó a quemar la selva”, es hora de que el fuego del Espíritu nos encienda la pasión por el cuidado de la casa común. El Evangelio según San Marcos 16,15 dice: “Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.” Este mandato nos dice que toda criatura es parte de nuestro cuidado y de nuestro mensaje misionero.
“Al mismo tiempo que deforestamos, plantemos árboles frutales que darán de comer a muchas generaciones”, dice el Padre Bustamante. “Haremos que los niños vivan más dignamente y no pierdan la riqueza del Espíritu que Dios ha sembrado en sus corazones, en sus comunidades y en su patrimonio”.
El Padre Maryknoll Alejandro Marina, nacido en Buenos Aires, Argentina, se unió a Maryknoll en 2012 y es superior local en el centro Maryknoll en Cochabamba, Bolivia.
Imagen destacada: El Padre Enrique Bustamante (dcha.) celebrando el Jubileo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco con Hermanas religiosas y niños trinitarios en TIPNIS, en la Amazonía boliviana. (Cortesía del Padre Enrique Bustamante/Bolivia)