Los manifestantes en una marcha en el Líbano que fue provocada por los planes de gravar un servicio popular de llamadas gratuitas y mensajes de texto. (CNS/Líbano*)
El año pasado, estalló una ola de protestas en lugares como Bolivia, Chile, Ecuador, Hong Kong y Líbano. Enraizada en muchas de estas protestas está una frustración con estructuras y sistemas que permiten la desigualdad. La desigualdad generalmente se enfoca en las disparidades en ingresos y riqueza entre ricos y pobres. Sin embargo, el Informe de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas de 2019 argumenta que las protestas actuales están impulsadas por la desigualdad en oportunidades y poder, incluido el acceso a empleos, atención médica, educación y movilidad social en general.
Según el informe hay una menor “privación extrema” que en décadas pasadas, lo que significa que más personas tienen acceso a necesidades básicas, como alimentos y vivienda. Pero, agrega el informe, las disparidades se están ampliando en estándares más altos de bienestar humano, como el acceso a la educación, el empleo y los servicios de salud.
Para leer la versión completa de este reporte, vaya a la columna de World Watch de Maryknoll Magazine: https://maryknollmagazine.org/2020/03/inequality-and-social-unrest/.
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