Querida Amazonía: un llamado a una iglesia misionera

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Por: Kathleen Kollman Birch
Fecha de Publicación: May 1, 2020

Querida Amazonía: El Papa se encuentra con indígenas de la región amazónica en octubre 2019. La reunión tuvo lugar durante la segunda semana del Sínodo de los Obispos para la Amazonía. (CNS, Vatican Media/Roma)

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n febrero, el Papa Francisco publicó Querida Amazonía, su exhortación apostólica en respuesta al Sínodo para la Amazonía, en la que nos llamó a ser una “Iglesia misionera” que acompaña a la gente de la región amazónica.

El Sínodo Amazónico fue una reunión de obispos, clérigos, religiosos y laicos en Roma en octubre de 2019 para discutir los problemas pastorales que enfrenta la Iglesia en el Amazonas. El sínodo fue innovador en su inclusión de trabajadores pastorales indígenas y mujeres y en su aplicación de los principios de la encíclica del Papa Francisco, Laudato Si’ a un territorio ecológico específico.

En la exhortación, el papa describe sus “sueños” para la región amazónica, divididos en cuatro categorías: sociales, culturales, ecológicos y eclesiales. Sueña con una Iglesia amazónica que promueva la dignidad de los pobres y vulnerables, cuidando a aquellos cuyas tierras y vidas están amenazadas por intereses comerciales que destruyen la selva con la extracción de recursos naturales. Sueña con preservar las “riquezas culturales” de la región y celebra la sabiduría indígena del “buen vivir”. Insta a la Iglesia amazónica y a todas las personas de buena voluntad a proteger el ecosistema amazónico.

Sobretodo describe su sueño de una “Iglesia con rostro amazónico”, o una Iglesia misionera transformada por el encuentro y el diálogo con el pueblo amazónico. Basado en las enseñanzas del Papa Juan Pablo II, el Papa Francisco reitera la necesidad de la “inculturación”, proceso mediante el cual la Iglesia se enriquece y transforma a través de la interacción con una cultura local, y a su vez la cultura local “se realiza a la luz de el Evangelio”. Destaca la relación entre solidaridad e inculturación, y dice que la Iglesia también debe ocuparse de las preocupaciones sociales de la población.

La exhortación del Papa Francisco fue recibida con reacciones encontradas. Quienes esperaban que el documento apoyara la ordenación de sacerdotes casados y mujeres diáconos, para abordar la escasez de sacerdotes en la región, expresaron su decepción. Otros, sin embargo, incluyendo voces clave en la Iglesia Amazónica, acogieron y celebraron las palabras del papa.

Mauricio López Oropeza, director de la Red Eclesial Pan-Amazónica, calificó la exhortación como “una carta de amor para la gente del Amazonas” y dijo que los católicos indígenas en la región sienten que “por primera vez su iglesia adoptará su sabiduría para proteger nuestro hogar común, nuestra madre tierra, en lugar de rechazar su identidad como hijos e hijas católicos de esta tierra”.

Tania Ávila Meneses, quien estuvo presente en el Sínodo en nombre de Amerindia, una red de teólogos católicos indígenas, dijo que la exhortación muestra que “el corazón del Papa Francisco está comenzando a latir con los pueblos indígenas y refleja nuestra forma de pensar”. Ávila también trabaja para el Centro Misionero Maryknoll en Cochabamba, Bolivia.

El llamado del Papa Francisco a una Iglesia misionera que predique la Buena Nueva a quienes están al margen es el centro del trabajo de los misioneros Maryknoll. El papa deja en claro que este llamado se aplica no solo a la Iglesia amazónica, sino a la Iglesia global, rezando para que “Dios [pueda] conceder que toda la Iglesia se enriquezca y desafíe por el trabajo de la asamblea sinodal”.

La Oficina de Asuntos Globales de Maryknoll expresa la posición de Maryknoll en debates sobre políticas públicas en Naciones Unidas, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y ante el gobierno de Estados Unidos y otros países, con el propósito de ofrecer educación en temas de paz y justicia social, la integridad de la creación y abogar por la justicia social, económica y del medio ambiente.

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Sobre la autora/or

Kathleen Kollman Birch

Kathleen Kollman Birch es la encargada de comunicaciones en la Oficina de Asuntos Globales de Maryknoll.

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