Relatos Misioneros Septiembre/Octubre 2020

Tiempo de lectura: 3 minutos
Por: Misioneros Maryknoll
Fecha de Publicación: Sep 1, 2020

El domingo 23 de febrero del 2020, se realizó una ceremonia especial para bendecir al primer hijo de Emmanuel y su esposa Angelina en su modesta casa de campaña. Emmanuel es miembro del coro de nuestra iglesia en el campamento de la ONU en Malakal, Sudán del Sur.

Durante la celebración, el coro cantó y oramos en acción de gracias a Dios por el regalo de este bebé recién nacido. Cuando le pregunté a los padres el nombre de su hijo, me dijeron que se llamaba Bedjuok, que en el idioma shilluk significa “vivir para Dios”. ¡Qué hermoso nombre para llamarle a un niño! Esto me recordó de qué se trata la vida: vivir para Dios y marcar una diferencia en las vidas de los que nos rodean. La celebración concluyó pidiéndole a Dios que bendiga y proteja a Bedjuok mientras esperamos el día de su bautizo en nuestra iglesia.

Michael Bassano, M.M

Relatos septiembre 2020: Foto de archivo del padre Healey (Maryknoll Mission Archives)

Todos los Maryknoll sueñan con ir a la oficina del Superior General y que les digan: “Estás asignado a …” ya sea Japón, Tanzania o Chile, o cualquier país que sea que el misionero espera ser enviado. Me informaron de mi primera asignación cuando estaba en la lavandería en el sótano del Seminario Maryknoll en Ossining, Nueva York, en noviembre de 1965. Acababa de terminar de poner mi ropa sucia en la lavadora cuando me encontré con el Padre Maryknoll Albert Nevins, director del Departamento de Comunicaciones Sociales de los Padres y Hermanos Maryknoll. “Joe, te han asignado a estudiar periodismo”, me dijo. “Asegúrate de enviar tu solicitud a la escuela de periodismo antes de Navidad”. Y así comenzó mi aventura misionera.

Joseph G. Healey, M.M.

Relatos septiembre 2020: Clase de Kathleen Bond (Brasil)

Debido a las restricciones por el COVID-19, mis ministerios aquí en João Pessoa, Brasil, ahora son en línea, a través de una computadora. Aunque extraño estar físicamente presente con las personas, la tecnología ha abierto nuevas posibilidades. A través de una conexión con mi alma mater, St. Mary’s College en South Bend, Indiana, fui invitada a participar a un campamento virtual en South Bend para adolescentes en riesgo. El campamento se enfoca en elevar la autoestima y desarrollar habilidades sociales saludables para niños de 10 a 13 años en todo el mundo. Por dos semanas, todos los días al mediodía, ofrecí una sesión de 20 minutos sobre concientización y yoga. Todos, incluida yo, debemos adaptarnos a los límites de la tecnología. El primer día después de una breve meditación silenciosa, una niña de Trinidad y Tobago soltó un grito y dijo: “¡No podía escuchar al profesor!”

Kathleen Bond, MKLM

Relatos septiembre 2020: (Sean Sprague/Perú)

Las calles de Arequipa, Perú, no fueron hechas para soportar mucho tráfico. Un día, cuando fui a hacer un mandado a la ciudad, manejé por la Plaza de Armas, donde uno nunca puede encontrar un lugar para estacionar. Pero, encontré uno. Estacioné nuestro pequeño Volkswagen escarabajo y seguí mi camino. Unos 20 minutos más tarde volví y vi a un policía que puso algún tipo de aviso en el parabrisas del automóvil. Me acerqué y le dije: “¿Por qué?” Él respondió rápidamente, “Estás en zona de no estacionamiento”. Le respondí: “¡No hay un letrero que diga que no puedo estacionar!” Él respondió: “Aún no he puesto el letrero”.

Con eso, él colocó despreocupadamente en uno de los arcos del paseo de la plaza el letrero de NO ESTACIONAR; y lo puso cerca a mi auto. Luego siguió caminando, ¡muy probablemente para atrapar a otro pobre infractor que no vio el letrero invisible! Lo bueno es que cuando fui a pagar la multa, le conté al juez lo sucedido y él desestimó la multa.

Helen Phillips, M.M.

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