Por Cindy Wooden, Catholic News Service
ROMA (CNS) — Reiniciar las economías locales con un enfoque en proporcionar alimentos adecuados para toda la gente del mundo significa que los gobiernos deben involucrar y escuchar a los pequeños agricultores y la agricultura familiar, dijo el papa Francisco.
“Intereses económicos individuales, cerrados y conflictivos —pero poderosos— nos impiden diseñar un sistema alimentario que responda a los valores del Bien Común, a la solidaridad y a la ‘cultura del encuentro'”, dijo el papa en un mensaje leído el 26 de julio en una reunión en Roma anticipando la Cumbre de sistemas alimentarios de las Naciones Unidas en septiembre.
“Nuestros hermanos y hermanas más pobres, y la Tierra, nuestra Casa Común que ‘clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella’, exigen un cambio radical”, dijo el papa. La agricultura familiar y otras operaciones agrícolas pequeñas son un lugar para comenzar.

El Padre Maryknoll Joseph Thaler (izquierda) habla con el cultivador Chinn Dorje Lama en Thimbu, Nepal, donde se cultivan hongos ostra para sustentar a las familias de la zona. (Sean Sprague / Nepal)
En “proceso de ‘reinicio’ post-pandemia que se está construyendo”, dijo el papa, “los pequeños agricultores y las familias agrícolas deben ser considerados actores privilegiados. Sus conocimientos tradicionales no deben pasarse por alto ni ignorarse, mientras que su participación directa les permite comprender mejor sus prioridades y necesidades reales”.

Krishna Maya Basnet cuida su huerto en la aldea de Malemchigaun Sherpa en Langtang, Nepal, donde el Padre Maryknoll Joseph Thaler apoya proyectos agrícolas sostenibles a pequeña escala. (Sean Sprague / Nepal)
El papa Francisco también pidió a los gobiernos que promuevan “políticas e iniciativas que satisfagan plenamente las necesidades de las mujeres rurales, promuevan el empleo juvenil y mejoren el trabajo de los agricultores en las zonas más pobres y remotas”.
Es necesario un cambio fundamental, dijo.

Wozlò (camisa amarilla) y Herode Laurent, de The Gardens of Hope and Peace, enseñan a los miembros de la comunidad a plantar jardines de neumáticos en Cité Soleil, Haití, donde la Hermana Maryknoll Theresa Kastner apoyó este proyecto de jardinería y deportes para jóvenes. (Cortesía de T. Kastner / Haití)
“La transformación cuidadosa y correcta” de los sistemas de producción y distribución de alimentos debe “aumentar la resiliencia, fortalecer las economías locales, mejorar la nutrición, reducir el desperdicio de alimentos, brindar dietas saludables accesibles para todos, ser ambientalmente sostenible y respetuosas con las culturas locales”, dijo el papa.
“Tenemos la responsabilidad de realizar el sueño de un mundo en donde el pan, el agua, las medicinas y el trabajo fluyan en abundancia y lleguen primero a los más menesterosos”, dijo el papa. “La Santa Sede y la Iglesia católica se pondrán al servicio de este noble fin, ofreciendo su contribución, uniendo fuerzas y voluntades, acciones y sabias decisiones”.
Imagen destacada: Los estudiantes en Kalifi, Kenia, cuidan su huerto en la Escuela Secundaria para Sordos de Pwani, donde la Misionera Laica de Maryknoll Coralis Salvador sirvió como miembro del Comité de Recursos Escolares. (Sean Sprague / Kenya)