Un proyecto solar comunitario en Maryknoll ayudará a traer energía sostenible a sus vecinos en Ossining, Nueva York.
El campus de los Padres y Hermanos Maryknoll en Nueva York luce un poco diferente en este otoño. Marquesinas de paneles solares cubren los estacionamientos principales de la propiedad, generando energía renovable que puede ser usada por sus vecinos en el pueblo de Ossining, Nueva York.
Ecogy Energy, una compañía de energía solar con sede en Brooklyn, venderá la energía recolectada a la compañía de servicios públicos local, dando a los residentes de Ossining la oportunidad de comprar energía verde. El proyecto tendrá un total de 110.000 pies cuadrados de paneles solares. Generará suficiente electricidad para abastecer de 100 a 200 hogares.
Esta iniciativa se alinea con el objetivo de la Sociedad Maryknoll de combatir la destrucción del medio ambiente y cuidar la creación de Dios. “Todos tenemos la responsabilidad de proteger nuestra casa común, de reducir tanto como sea posible nuestra huella de carbono común”, dice el Padre Raymond Finch, superior general Maryknoll. “Es parte de cómo nos vemos cumpliendo con nuestra responsabilidad tanto de acuerdo con Laudato Si’ como con la posición de la Iglesia Católica” de cuidar la Tierra.
“El Papa Francisco es muy claro en que debemos preocuparnos por proteger nuestra casa común y, al mismo tiempo, ayudar a las personas a salir de la pobreza y que estén conectadas; uno no puede estar sin el otro”, dice el padre Finch, parafraseando parte de la encíclica del Papa sobre el medio ambiente.
El Padre Raymond Finch (2do desde la izq.) durante el inicio del proyecto de paneles solares en la sede de Maryknoll, el primer sistema solar comunitario en Ossining, Nueva York. En la foto también están la Supervisora de Ossining Dana Levenberg, empleados de Ecogy Energy, el Hermano John Blazo y empleados de Maryknoll que de un modo u otro apoyaron al proyecto. (Diane Mastrogiulio/EE.UU.)
Ecogy y Maryknoll se esforzaron para asegurarse de que no se cortaran árboles a causa de este proyecto, utilizando la zona aérea sobre los estacionamientos existentes y cableado eléctrico subterráneo. Ecogy Energy ha firmado un contrato de arrendamiento por 25 años con Maryknoll para instalar los paneles solares. El proyecto promoverá la energía limpia y renovable, mientras que los ingresos del arrendamiento respaldarán el trabajo de Maryknoll en 22 países.
“Maryknoll es conocido a nivel mundial por ayudar a los demás. Y después de que ganaron el premio Green Business Partnership en 2019 por sus esfuerzos de preservar agua en el campus de Ossining, realmente no podríamos pensar en un mejor socio con el que embarcarnos en un proyecto solar comunitario”, dice Brock Gibian, director de desarrollo de Ecogy. Los esfuerzos a los que se refiere incluyen el uso de agua reciclada de los techos y canaletas del campus para regar las plantas.
Este proyecto de energía solar comunitaria, explica Gibian, les permite a los residentes de Ossining que no pueden pagar o no pueden instalar energía solar en sus hogares suscribirse a este proyecto y así reducir sus costos de electricidad. Ecogy, agrega, da prioridad a personas de bajos ingresos cuando buscan suscriptores. “Al proporcionar acceso a la energía solar a través de la energía solar comunitaria, realmente podemos reducir la desigualdad en la transición a la energía renovable”, dice Gibian.
Gibian dice que este proyecto sería uno de los sistemas de marquesinas solares más grandes del condado de Westchester. También es el primer sistema de energía solar comunitario en el pueblo de Ossining.
La compañía estudió la dirección del sol por un año para maximizar la producción solar y producir la mayor cantidad de electricidad posible.
“Por años, hemos estado interesados en la energía solar y las fuentes de energía alternativas que protegen el medio ambiente”, dice el padre Finch. “Hemos trabajado mucho en el extranjero, instalando proyectos solares donde no había otra electricidad disponible”.
El Padre Maryknoll Michael Snyder recuerda una pequeña iniciativa solar en Tanzania en 1983 cuando el país solo tenía electricidad en las grandes ciudades.
“En las zonas rurales, no había nada. Usamos lámparas de kerosene para la luz y los refrigeradores, pero la energía solar comenzó a estar algo disponible en ese entonces”, dice el sacerdote de Lanoka Harbor, Nueva Jersey. “Compramos los paneles—en ese entonces era bastante burdo— y usamos la electricidad en nuestro recinto parroquial. … La usamos en algunos de nuestros dispensarios y en las escuelas, para que los estudiantes puedan estudiar por la noche”.
Explica que los generadores de electricidad eran costosos comparados con el costo inicial de los pequeños sistemas solares. Al pasar el tiempo, Tanzania invirtió en un mayor acceso a la electricidad, continúa. Sin embargo, en las zonas rurales aún puede ser esporádica. Y la gente usa energía solar suplementaria.
En el caso de Ossining, los códigos solares aprobados en el 2018 allanaron el camino para que Ecogy y otros desarrolladores solares trabajaran con Ossining, explica Dana Levenberg, supervisora del pueblo de Ossining. Este código incluía una zona flotante donde el área con grandes porciones de tierra, como un estacionamiento, podría usarse para algo como marquesinas solares.
Ella agrega que estaban felices de trabajar con Maryknoll, “una organización misionera establecida que hace un buen trabajo en todo el mundo”, para introducir una fuente de energía sostenible a la red eléctrica de Ossining.
Este proyecto “establece una relación entre el pueblo y Maryknoll. Somos socios, trabajando juntos para el mejoramiento de la sociedad y la salud de nuestra comunidad”, dice Levenberg.
Agrega que este proyecto podría ser un ejemplo para otros. Los proyectos solares futuros podrían involucrar estacionamientos de autobuses escolares o estaciones de tren. “Mi esperanza es que podamos liderar el camino y ser buenos vecinos del pueblo de Ossining”, dice el padre Finch.
Las respuestas de los residentes de Ossining y los misioneros Maryknoll han sido positivas, dice el misionero. “Los miembros de la sociedad han querido ver la energía solar aquí durante mucho tiempo”, dice.
El Padre Lawrence Radice, un misionero de Maryknoll de Grand Junction, Colorado, quien ha estado trabajando con agricultores y ecología durante 35 años, es uno de estos misioneros. “Siempre me dije a mí mismo: ‘Tenemos este enorme estacionamiento; ¿por qué no lo cubrimos con paneles solares?”, dice en una entrevista en video. Incluso escribió un par de propuestas al respecto.
El proyecto solar en Maryknoll podría ser un “momento de enseñanza sobre el cuidado de la creación de Dios”, dice el padre Radice. Puede ayudar a estudiantes y miembros de la comunidad a aprender más sobre la producción de energía sostenible.
David Agosta, director de servicios de apoyo y uno de los representantes de los empleados del comité Eco-Mission que está enfocado en la misión ecológica Maryknoll, dice que el compromiso de la sociedad misionera con el medio ambiente toma medidas decisivas. Agrega que la voluntad de probar algo nuevo, como ser pioneros en el primer proyecto solar de esta magnitud en Ossining, es “la forma en que los misioneros Maryknoll siempre han hecho las cosas”.
Según Agosta, algunos de los esfuerzos ecológicos de Padres y Hermanos Maryknoll han incluido el uso de suministros de oficina reciclables y papel reciclado y el uso de ambos lados del papel al imprimir (lo que redujo el uso de papel en un 30%). Estos y otros esfuerzos de conservación permitieron a los Padres y Hermanos Maryknoll obtener la certificación de Green Business Partnership.
El grupo de Eco-Mission de Maryknoll también está trabajando en una iniciativa para reducir el uso de plástico en el campus, agrega Agosta.
¿Por qué es importante actuar? “Porque depende de todos y cada uno de nosotros”, dice el padre Finch, y agrega que cada persona puede buscar formas de vivir bien mientras respeta a la Tierra. “Es cierto que los gobiernos tienen que hacer su parte, pero cada uno de nosotros tiene que hacer su parte”.
Levenberg está de acuerdo en que para proteger la Tierra “tenemos que pensar en grande y actuar en pequeño”.
“Ya es casi demasiado tarde”, dice Levenberg, “pero todos podemos esperar y rezar para que, con la innovación humana, podamos encontrar una manera de deshacer parte del daño que le hemos hecho a nuestra Tierra y asegurarnos de protegerla para el futuro, para la humanidad y los animales, y todas las criaturas vivientes”.
Imagen destacada: Marquesinas de paneles solares cubren los estacionamientos del campus de los Padres y Hermanos de Maryknoll en Ossining. Esto es parte de un proyecto que busca generar energía renovable para la comunidad. (Marco Gallo/EE.UU.)