Por Rhina Guidos, Catholic News Service
WASHINGTON – Algunos residentes y organizaciones fronterizas se están pronunciando en contra de la administración de Biden después de que el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. (DHS) revelara planes para llenar los huecos de un muro fronterizo para mantener alejados a los inmigrantes cerca de Yuma, Arizona.
La construcción del muro comenzó durante la administración del presidente Donald Trump.
“Es una pena que Biden haya seguido llevando a cabo la peor de las políticas de inmigración de Trump”, dijo la organización RAICES Texas en un tuit del 29 de julio.
DHS anunció el 28 de julio que había aprobado la construcción, diciendo que era necesaria para proteger a los inmigrantes que cruzaban ilegalmente al país cerca de una represa y que estaban siendo lastimados.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas, dijo en el anuncio que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. asumiría el proyecto para cerrar cuatro brechas a lo largo de una barrera fronteriza incompleta “para abordar los impactos operativos, así como los riesgos inmediatos para (salvaguardar) la vida y la seguridad”.
Pero los opositores republicanos dijeron que creían que era parte de una política para ayudar al senador demócrata estadounidense Mark Kelly de Arizona a parecer más fuerte con temas de inmigración, ayudándolo a ganar en las elecciones de mitad de período de noviembre.
Mayorkas en su declaración dijo que la zona “presenta riesgos de seguridad y peligro para la vida de los migrantes que intentan cruzar a los Estados Unidos donde existe el riesgo de ahogamiento y lesiones por caídas. Esta área también representa un riesgo para la vida y la seguridad de los socorristas y agentes que responden a incidentes en esta zona”.
Contratistas en Nogales, Arizona, se preparan para pintar el muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México el 13 de septiembre de 2018. (Foto CNS/Adrees Latif, Reuters)
La administración recibió críticas parecidas cuando anunció a principios de julio que estaba haciendo lo mismo en San Diego en un lugar llamado Parque de la Amistad, donde la gente, incluidas muchas familias separadas por la frontera, solían reunirse antes de la pandemia de coronavirus para tocarse las manos y, a veces, abrazarse.
La administración de Biden dijo que planeaba construir dos barreras de 30 pies de altura, diciendo el ese caso también que tenía preocupaciones de seguridad para los migrantes y el personal del gobierno.
“No lo creo”, dijo John Fanestil del grupo Amigos del Parque de la Amistad durante una reunión de Zoom a principios de julio alentando a la gente a protestar por la construcción del muro.
“Si construyen estos muros, están profanando este lugar emblemático”, dijo Fanestil. “Podríamos decir que es el lugar más histórico y culturalmente significativo de la frontera”.
Los republicanos se apresuraron a atacar, recordando al público que, como candidato presidencial en agosto de 2020, Biden dijo en una reunión de la Asociación Nacional de Periodistas Negros y la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos en EE.UU. que si fuese elegido: “No se construirá otro pie de muro (por) mi administración”.
Imagen destacada: El muro fronterizo de EE. UU. con México se ve desde Estados Unidos en Nogales, Arizona, el 12 de septiembre de 2018. (Foto CNS/Adrees Latif, Reuters)
