Por David Agren, OSV News
CIUDAD DE MÉXICO (OSV News) Un párroco fue asesinado a balazos mientras conducía en una carretera rural mexicana el 22 de mayo, marcando un nuevo ataque en lo que se ha convertido en el país más mortífero para el clero católico.
El padre agustino Javier García Villafaña fue asesinado hacia las 7 p.m. (hora local) en el municipio de Huandacareo, en el estado de Michoacán, al oeste de Ciudad de México. El padre García fue encontrado muerto con heridas de bala.
La Arquidiócesis de Morelia reconoció la muerte del padre García, pero proporcionó poca información y no respondió a una solicitud de comentarios. El Centro Católico Multimedial, que da seguimiento a los ataques contra el clero, informó que el padre García había asumido la responsabilidad de la parroquia del Señor de la Expiación en Huandacareo el 23 de abril.
El asesinato del padre García se produjo tras la agresión sufrida el 21 de mayo al arzobispo de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez, quien declaró que un anciano le había clavado un cuchillo en la sacristía de la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, en el noroeste de México.
El arzobispo Armendáriz resultó ileso del ataque, aunque el cuchillo atravesó su ropa, desgarrándola.
La muerte del padre García supone el noveno ataque mortal contra clérigos durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, según el Centro Católico Multimedial.
Los observadores de la Iglesia carecen de una explicación convincente de los ataques contra el clero, aunque apuntan al aumento de la violencia en México después de que el gobierno federal lanzara una ofensiva contra los cárteles de la droga en diciembre de 2006.
El Centro Católico Multimedial también ha observado un aumento de los robos, el vandalismo y la profanación de parroquias en todo México, según el director del centro, el padre paulino Omar Sotelo Aguilar.
“Como siempre lo hemos dicho, es un hostigamiento hacia los miembros de la Iglesia católica, es un hostigamiento hacia la Iglesia como tal “, dijo el padre Sotelo a OSV News.
La relación de la Iglesia con los grupos criminales puede ser complicada. Los miembros de los cárteles de la droga a menudo se ven a sí mismos como auténticos católicos, patrocinan fiestas patronales y buscan sacramentos como el bautismo para sus hijos.
El padre Sotelo dijo que los ataques al clero suelen implicar al crimen organizado, ya que los sacerdotes son considerados figuras de autoridad en las zonas rurales plagadas de violencia, y sus asesinatos envían un mensaje de establecimiento de poder y control, al tiempo que allanan el camino para introducir la “narcocultura” y la “narcoeconomía”, dijo el padre Sotelo.
“En sus comunidades parroquiales, son (los sacerdotes) un estabilizador social. La parroquia no sólo ofrece servicios espirituales, sino que también da un gran servicio a la comunidad”, explicó.
El arzobispo Armendáriz descartó cualquier sugerencia de que el ataque contra él estuviera relacionado con grupos del crimen organizado, activos en su archidiócesis del norte de México.
En declaraciones a los medios de comunicación locales, arzobispo Armendáriz dijo que no conocía al sospechoso, pero que la persona intentó acercarse al altar durante la Misa. El prelado afirma que el sospechoso le preguntó si era el arzobispo y, al confirmar su identificación, la persona blandió el cuchillo.
El sospechoso fue detenido en la sacristía por personas que estaban cerca.
“En momentos como estos, es crucial que nos unamos como sociedad y reafirmemos nuestro compromiso con los valores fundamentales de la paz, la tolerancia y el respeto mutuo”, señaló la Conferencia Episcopal Mexicana en un comunicado del 22 de mayo. “Rechazamos cualquier forma de violencia y fanatismo, y llamamos a la promoción del diálogo y la reconciliación como medios para resolver nuestras diferencias”.
López Obrador asumió el cargo el 1 de diciembre de 2018, prometiendo calmar al país, pero los homicidios se han mantenido obstinadamente altos. Según las estadísticas del gobierno, ha habido más de 150,000 asesinatos en cuatro años y medio. El presidente, sin embargo, ha insistido en que heredó una situación difícil, y la tasa de homicidios ha disminuido ligeramente bajo su mandato.
También ha criticado a los obispos de México por instarle a reconsiderar una estrategia de seguridad que él llama “Abrazos, no balazos”.
El 24 de mayo se cumplieron 30 años del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, de Guadalajara. Murió en medio de una lluvia de disparos en el aeropuerto de Guadalajara, en lo que el gobierno consideró un caso de confusión de identidad. La Iglesia nunca ha aceptado esa explicación.
David Agren escribe para OSV News desde la Ciudad de México.
Imagen destacada: El Padre Javier García Villafaña, quien era párroco de la parroquia de San Marcos en Capacho, México, celebrando Misa. (Foto crédito: Facebook de la Parroquia de San Marcos).
