Por Janet Hockman, MM
Decimoséptimo Domingo del Tiempo Ordinario
Domingo, 30 de julio de 2023
1 Reyes 3:5, 7-12 | Rom 8, 28-30 | Mt 13, 44-52 o 13, 44-46
Cuando mi hermano menor tenía como unos 5 años, solía buscar trincheras frescas en campos arados en busca de puntas de flecha y cuchillos de piedra. Los hallazgos lo llevaron del deleite por sus posesiones a la curiosidad por saber de quién eran y cómo llegaron allí. Hay atractivo para los buscadores.
El evangelio de hoy tiene a Jesús enmarcando imágenes del reino de Dios para que sea como un tesoro, como un mercader y como una red. Me encontré buscando en estas historias. Al final del evangelio de hoy (forma larga) Jesús pregunta: “¿Entiendes todas estas cosas?” “¡Sí”, dijeron! Soy consciente de que a menudo muevo con la cabeza en un gesto afirmativo que indica que he oído palabras. ¿Pero yo entiendo? Vienen muchas preguntas curiosas en capas. ¿Cuál era el tesoro? ¿Fue buscado o es una sorpresa? ¿Qué pasó con el campo? ¿Qué pasó con el dueño de los dos?
¿Y el mercader que buscaba perlas? ¿Cómo hizo para relacionarse en un mercado? ¿Cómo encontró el vendedor la perla? ¿Qué se hace con una perla así?
¿Quién hizo esa pesada red, para ser echada al mar? ¿De quiénes eran esas manos que tiraban y clasificaban la pesca?
A menudo he oído que hacer la pregunta correcta es muy importante. Pensé en preguntar: “¿y luego qué?” al final de cada parábola como punto de partida de la historia? Tal vez, más importante, es preguntar “¿y ahora qué?” Ahora, ¿qué pasa con los campos, los comerciantes y los mercados, los mares y las capturas?
¿Quién puede comprar y poseer campos ahora para cosechas sostenibles? ¿Dónde hay campos disponibles para que los inmigrantes cultiven, muchos de los cuales han vendido todo lo que tenían para trasladarse a una tierra segura y prometida? ¿Cómo se pueden restaurar las tierras agotadas de recursos, rociadas con productos químicos, confundidas con semillas genéticamente modificadas y la falta de respeto por las realidades de las biorregiones? ¿Hay suficientes huertos y granjas comunitarias de aldeas que aprecien los tesoros de las causas comunes, la buena salud y el cuidado de la tierra como nuestro casa común? ¿Cómo contribuyen los tesoros del campo a la seguridad alimentaria mundial?
¿Qué es una experiencia de mercado para cualquiera de nosotros? Tal vez hemos pasado por kioscos y puestos que de repente aparecieron con vendedores desesperados por alguna venta o vendedores orgullosos de sus artesanías y simples tiendas de abarrotes o cadenas de supermercados. Afortunadamente, algunos mercados siguen siendo centros de interacción social, pero ¿qué cambios están ocurriendo ahora con el mercado en el internet? Los mercados son también los de las acciones mundiales con tentáculos en los recursos naturales, la comunicación, el transporte, la salud y el bienestar. La seguridad alimentaria mundial, el comercio justo, la seguridad y los beneficios de los empleados, el trabajo infantil y la discriminación de todo tipo son problemas y preocupaciones del mercado. ¿Cómo pueden incluso los pequeños esfuerzos de reciclaje creativo y la reutilización convertirse en normas que desafíen la oferta y la demanda de los consumidores? ¿Qué perla de gran belleza, que creció invisible desde su origen insignificante, todavía está en algún lugar entre nosotros?
La paciencia para hacer una red a mano requiere verdadera habilidad. El espaciado preciso de los nudos conectados permite que ese haz de fibra poroso y flexible sea un instrumento de recolección y alimentación. ¿Cuántas redes se lanzan ahora a aguas con más grados centígrados (más cálidas) que hace unos pocos años? El calentamiento global deja corales blanqueados, aumento del nivel del mar y acción de olas severas más frecuentes. Los humanos tomamos innumerables decisiones que contaminan las aguas. Las criaturas de las aguas nos muestran los impactos de los cambios: ballenas, tiburones, pulpos, bancos de peces migratorios. Así como ninguna persona puede transportar una red pesada y completa, nosotros, juntos, debemos prestar atención, ver, clasificar y hacer ahora lo que es transformador para el regalo de la vida que aún está en evolución.
Hace unos 20 años me regalaron una gran concha de ostra. Por un lado, hay una perla incrustada aparentemente grande. Muchas veces he tenido la tentación de sacarla. ¿Qué me detiene? ¿Cuándo puedo comprometerme a ver resultados desconocidos? ¿Y tú? Como Salomón, ¿podemos pedir a Dios corazones sabios y entendidos y capaces de distinguir el bien del mal en este ahora? ¿Ahora qué? ¿Cuál es nuestro sueño para una comunidad sobre la tierra?
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La Hermana Maryknoll Janet Hockman sirvió en una misión en las Islas Marshall, Nepal y Haití. Actualmente está sirviendo en Maryknoll Sisters Center, NY, como Coordinadora de las Hermanas que residen en el centro de asistencia.
Imagen destacada: Una escena de venta de vegetales en el mercado recuerda a los espectadores del comerciante que descubrieron el tesoro enterrado en un campo y una perla de buen precio. (Cortesía de Janet Hockman, M.M.)
