Por Debbie Northern
Tercer domingo ordinario
Domingo, 21 de enero del 2024
Jon 3, 1-5. 10| 1 Cor 7, 29-31| Mc 1, 14-20
“Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio”.
En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús hace este anuncio después del arresto de Juan el Bautista y antes de llamar a sus primeros discípulos. Ya está preparado para empezar su ministerio y anunciar la Buena Nueva.
Simón (Pedro), Andrés, Santiago y Juan dejan todo atrás para seguir a Jesús cuando éste los llama. Como pescadores pobres, quizás habían esperado este momento de cambio inminente y de plenitud sin siquiera saberlo conscientemente. La palabra de Dios les habló y ellos contestaron inmediatamente.
En la primera lectura, la gente de Nínive escucha la palabra de Dios a través del reacio profeta Jonás, y responden inmediatamente también. Su arrepentimiento hace que Dios desista de su castigo.
La segunda lectura tiene una advertencia también: “Porque este mundo que vemos es pasajero”. Al leer las noticias, pareciera que ahora es un momento de cambio que presenta muchos desafíos. ¿Cómo responder desde nuestra fe y escuchar a Dios? ¿Sentimos la urgencia para hacer los cambios necesarios para responder a estos desafíos?
Hoy día hay muchos profetas que nos hacen un llamado para que sigamos el Evangelio y respondamos con compasión a aquellos que están sufriendo. Desafortunadamente, quienes sufren son ignorados y denigrados por el mero hecho de traer malas noticias. Preferimos no cambiar nuestras costumbres, tal como lo hizo la gente de Nínive. No queremos reducir nuestra huella de carbono, aprender a vivir sin violencia ni tampoco dejar de explotar a la gente y a la tierra para lucrarnos.
Como Misionera Laica Maryknoll en la frontera en El Paso, Texas, vi a miles de migrantes tratando de buscar seguridad y una mejor vida en Estados Unidos, pero a menudo fueron recibidos con hostilidad y miedo. Los migrantes que emprenden el peligroso viaje hacia el norte, tienen la fe de que encontrarán una mejor vida. En vez de responder con compasión, nuestros líderes políticos escogen utilizar a los migrantes para hacer puntos políticos. Ignoran la situación de violencia y pobreza que ha causado que tantos migrantes dejen sus países.
Hay otros desafíos que nuestro mundo enfrenta hoy. Pero como dice el Papa Francisco en tantas de sus encíclicas y homilías, necesitamos trabajar juntos para encontrar soluciones y escuchar la palabra de Dios. Todas las problemáticas se conectan y no se resolverán sin involucrar y sin el consejo de la gente de Dios. Estos desafíos requieren una respuesta inmediata y un cambio en el statu quo.
Recordemos que Jesús dijo en el Evangelio que el Reino de Dios está por llegar. Esta es una profecía de esperanza que nos puede sacar de la desesperación y llevarnos a la acción. Como dice el Papa Francisco en Fratelli Tutti: “Invito a la esperanza, que ‘nos habla de una realidad que está enraizada en lo profundo del ser humano, independientemente de las circunstancias concretas y los condicionamientos históricos en que vive. Nos habla de una sed, de una aspiración, de un anhelo de plenitud, de vida lograda, de un querer tocar lo grande, lo que llena el corazón y eleva el espíritu hacia cosas grandes, como la verdad, la bondad y la belleza, la justicia y el amor… La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y Digna’. [52] Caminemos en Esperanza.
Como los discípulos de Nínive, también nosotros podemos ser seres que caminan hacia una vida de plenitud y de cosas grandiosas si escuchamos y actuamos según la Buena Nueva.
Deborah Northern, oriunda de Warsaw, Virginia, ha servido como Misionera Laica Maryknoll por 24 años en Tanzania, El Salvador y más recientemente en la frontera entre Estados Unidos y México. Sus ministerios incluyen hospitalidad en refugios para migrantes y coordinación de viajes de inmersión para conocer la realidad fronteriza.
Para leer otras reflexiones bíblicas publicadas por la Oficina de Asuntos Globales Maryknoll, haga clic aquí.
Foto destacada: Familias de migrantes que buscan asilo pasan bajo una cerca de alambre de púas mientras son escoltadas por un grupo de la iglesia local hasta el lugar donde se entregarán a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, después de cruzar el río Grande hacia Estados Unidos. (OSV News/Go Nakamura, Reuters)
