El camino de Maryknoll a Yucatán

Tiempo de lectura: 6 minutos
Por: Ray Almanza
Fecha de Publicación: Dic 2, 2024

Participantes de un viaje de inmersión Maryknoll a Yucatán, México, aprenden sobre el cuidado de la creación y el legado de los misioneros Maryknoll

Maryknoll acompaña a los católicos estadounidenses a discernir cómo compartir el don de la misión, dice el diácono Leonel Yoque, quien dirige el equipo de Discípulos Misioneros de la Sociedad Maryknoll.

El diácono Yoque, el Padre Maryknoll John Martin y yo guiamos dos viajes de inmersión el pasado junio. El destino de ambos grupos fue la península de Yucatán, México. Adultos de diferentes estados y estudiantes universitarios de la comunidad católica de Stanford se unieron a nuestro programa que se realiza en esta cuna de la cultura maya.

Yucatán se caracteriza por sus exuberantes selvas y abundancia de agua. Sin embargo, este año fue el segundo más seco en la historia reciente de Yucatán. Una combinación de sequía y una ola de calor resultó mortal para la vida silvestre. Por ejemplo, un artículo que leí reportó que los monos aulladores caían de los árboles por deshidratación extrema.

Respecto al cuidado de la creación, los participantes aprendieron sobre ecología, espiritualidad indígena y responsabilidad humana. El itinerario se centró en interactuar con las comunidades locales y escuchar las historias de los misioneros Maryknoll que acompañaron al pueblo de Yucatán durante más de ocho décadas. Ambos grupos estaban agradecidos de contar con la presencia del Padre Martin, durante sus oraciones y reflexiones diarias.

Una de las raíces de la actual crisis climática se remonta a la subyugación de los cuidadores originarios de la tierra. Visitamos Maní, que era la capital de Tutul-Xiu, una ciudad-estado maya que fue un importante centro religioso para los pueblos indígenas que han habitado la región durante miles de años.

El encuentro clave de los viajes de inmersión fue nuestra estancia en la escuela agrícola U Yits Ka’an (Rocío que cae del cielo). Allí los participantes experimentaron la misión de la escuela, que promueve la agricultura sostenible según la cosmovisión maya. Nos sirvieron comidas tradicionales mayas preparadas con ingredientes cultivados en la tierra. Además de agricultura, la escuela ofrece talleres sobre prácticas mayas de apicultura, medicina homeopática tradicional y teología indígena.

“Aprendimos de los indígenas locales sobre su esfuerzo por mantener y recuperar sus formas de vida ancestrales y proteger sus culturas y tierras de la explotación y destrucción que provienen del ‘desarrollo’ occidental”, dice Brinkley Johnson, una participante del viaje que trabaja en los Servicios para Refugiados de Caridades Católicas de la Diócesis de San Diego. Este tipo de conocimiento, dice ella, puede ayudarnos a discernir “cómo debemos proceder mientras intentamos enfrentar este momento”.

De izq. a dcha.: Participantes y estudiantes de la comunidad católica de Stanford, Valerie, Ray, Cristina, Sister Regena, Giselle, Esperanza, Minerva, Fernanda y el Padre Martin en Chichén Itzá. (Cortesía de Ray Almanza/México)

De izq. a dcha.: Participantes y estudiantes de la comunidad católica de Stanford, Valerie, Ray, Cristina, Sister Regena, Giselle, Esperanza, Minerva, Fernanda y el Padre Martin en Chichén Itzá. (Cortesía de Ray Almanza/México)

Yucatán fue seleccionado como el destino de nuestro nuevo viaje de inmersión misionera debido a la larga historia de Maryknoll allí. Cuando los Padres y Hermanos Maryknoll comenzaron su presencia en Latinoamérica en 1942, un grupo de misioneros, entre ellos el obispo James E. Walsh y el Padre Alonso Escalante, partieron de Nueva York a Bolivia. En el camino visitaron Yucatán por invitación de Enrique Muñoz, quien había sido compañero de clase del obispo Walsh en Mount St. Mary’s College en Baltimore.

“Exactamente un año después, en 1943, llegaron a Mérida unos 12 misioneros Maryknoll, la mitad para quedarse y la otra mitad para ir a Nayarit, en la costa del Pacífico”, dice el Padre Martin, que fue ordenado en 1966 y cuya primera asignación fue en la región de México. Aunque sirvió en otros países, el misionero mantuvo conexiones en Yucatán.

Los participantes sintieron la presencia de Maryknoll cuando visitaron la organización de derechos humanos Indignación, que atiende a comunidades mayas que luchan por sus derechos. La directora de la organización es Cristina Muñoz, nieta de Enrique Muñoz, quien promueve la igualdad para los indígenas mayas, que a menudo son discriminados.

El Padre Maryknoll John Martin, los participantes del viaje de inmersión Maryknoll y los afiliados Maryknoll se reúnen para la Misa en la parroquia San José Obrero en Mérida, México. (Cortesía de Marisol Pérez/México)

El Padre Maryknoll John Martin, los participantes del viaje de inmersión Maryknoll y los afiliados Maryknoll se reúnen para la Misa en la parroquia San José Obrero en Mérida, México. (Cortesía de Marisol Pérez/México)

La labor de Indignación comparte un tema común con Cáritas de Yucatán. El centro de Cáritas, dirigido por Eduardo Seijo, adopta un enfoque holístico para organizar la “caridad” de la iglesia local. Proporciona ropa y artículos para el hogar, ofrece programas sobre valores y cursos sobre la doctrina social católica, capacita a voluntarios, mantiene un grupo de benefactores locales y cubre los altos costos de las intervenciones médicas para las personas necesitadas.
“La conexión en la comunidad debe ir más allá de las reuniones de la iglesia y de la vida cotidiana, para encontrarnos con las personas en donde están y ayudarnos mutuamente a levantarnos”, dice Adelina Almanza, mi hermana, que se unió al viaje desde Phoenix, Arizona. “Vi a Dios en acción en Cáritas — un movimiento de activismo, educación y [soporte de] necesidades básicas”.
“La inolvidable aventura con Maryknoll renovó mi compromiso de vivir el Evangelio”, dice Johnson. “Aventurarme en nuevas experiencias, aprender de diferentes culturas y personas y perseguir, sin descanso, mi vocación de servir a los demás”.
El diácono Yoque afirma que testimonios como las de estas jóvenes muestran la importancia de los viajes de inmersión Maryknoll. “A través de esta experiencia, los participantes reavivan su fe”, afirma. “A través de los encuentros con otras personas, amplían sus horizontes culturales”.
Durante el programa, ambos grupos visitaron los sitios arqueológicos de Chichén Itzá e Izamal, además de presenciar muestras contemporáneas de una rica vida cultural. Las presentaciones artísticas y musicales en la ciudad de Mérida ejemplificaron el mensaje que el Padre Martín promueve: “¡Los mayas todavía están aquí!”.

La participante del viaje de inmersión Maryknoll Brinkley Johnson (izq.) y dos mujeres de la comunidad de Yucatán crean productos mayas tradicionales en la escuela agrícola U Yits Ka’an. (Cortesía de Brinkley Johnson/México)

La participante del viaje de inmersión Maryknoll Brinkley Johnson (izq.) y dos mujeres de la comunidad de Yucatán crean productos mayas tradicionales en la escuela agrícola U Yits Ka’an. (Cortesía de Brinkley Johnson/México)

En el último día del viaje, ambos grupos visitaron a los afiliados Maryknoll en Mérida. El Padre Martin celebró la Misa en la parroquia San José Obrero, donde sirvió por muchos años. Después de la Misa, todos fuimos invitados por la comunidad de afiliados a una cena especial con platos típicos. Disfrutamos de la hospitalidad de nuestros anfitriones, quienes continúan el espíritu misionero Maryknoll en su iglesia local.

Los grupos visitantes se beneficiaron del amplio conocimiento del Padre Martin sobre la cultura yucateca y la presencia de Maryknoll a lo largo de los años. La calidez del pueblo yucateco se sintió en gran parte debido a las relaciones que el Padre Martin ha cultivado con, en algunos casos, varias generaciones de una misma familia.

Después de años de trabajar y vivir junto a la gente de Yucatán, el Padre Martin compartió: “Sentí un orgullo especial por la riqueza y creatividad de Yucatán y el pueblo maya”. Además de una sensación de alegría, agrega, porque esta rica conexión con Maryknoll logró “calar hondo en los participantes de Estados Unidos”. 

Imagen destacada: Participantes del viaje de inmersión Maryknoll se reúnen con una comunidad de personas mayores de la escuela U Yits Ka’an para realizar un ritual maya de acción de gracias en Yucatán, México. (Denny Davis/México)

Sobre la autora/or

Ray Almanza

Ray Almanza, quien tiene maestrías en filosofía y teología pastoral, sirve como educador/promotor misionero Maryknoll en el sur de California. También lidera la comunidad YAE de Maryknoll en Los Ángeles.

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