Dios camina con los campesinos migrantes

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Por: Leonel Yoque
Fecha de Publicación: Mar 3, 2025

LÍDER CATÓLICO TRABAJA CON LA PASTORAL EN CONJUNTO PARA SERVIR A MIGRANTES VULNERABLES

José López, director del Ministerio Migrante de la Diócesis de Stockton, California, es un faro de esperanza para miles de trabajadores agrícolas que llegan con sus familias a realizar trabajos en el campo.

“Tratamos de ayudarlos a todos para que se unan a los programas de la Iglesia”, dice López. “Las familias y trabajadores, en su mayoría mexicanos, vienen con necesidades económicas y espirituales”.

La mayoría de los trabajadores obtienen la visa H-2A que permite que un extranjero ingrese a Estados Unidos para realizar trabajos agrícolas temporales o estacionales. Reciben un salario, pasaje de vuelo, vivienda, transportación, beneficios de salud y seguro social, pero no pueden recibir el beneficio de jubilación. Si un trabajador regresa lastimado a su país, tiene también que cubrir sus propios servicios médicos.

Otros migrantes que trabajan en el campo no tienen un estatus migratorio.

Desde hace seis años el equipo de formadores misioneros de los Padres y Hermanos Maryknoll ha colaborado con la Diócesis de Stockton. Por medio del Programa de Formación Misionera, los promotores y misioneros Maryknoll animan a los católicos a responder a su llamado bautismal como discípulos misioneros.

La Diócesis de Stockton asiste a seis campos de más de 500 familias migrantes, incluida un área rural llamada “las islas” que está rodeada por campos agrícolas y en donde los trabajadores viven en casas de los dueños de las tierras. Ellos trabajan como tractoristas, regadores y colectores de cosechas.

Según el Departamento de Alimentos y Agricultura de California los agricultores de este estado producen el 50% de las frutas, frutos secos y hortalizas del país, el 20% de la leche y más de 400 productos agrícolas diferentes.

El Ministerio Migrante que ha liderado López por más de 20 años ofrece a las familias programas de acompañamiento pastoral, preparación de sacramentos y formación misionera. Los programas se realizan con la ayuda de voluntarios, equipos parroquiales y organizaciones. Los párrocos celebran Misas en los campos cada 15 días o una vez al mes.

“Hicimos un mapa en el que asignamos a las parroquias para trabajar en campos cercanos” dice López. El ministerio además organiza a la comunidad parroquial formando equipos de asistencia a viudas, repatriación de fallecidos, ayuda a los enfermos y otros casos. 

José López (al centro, con polo azul) se unió a una marcha organizada por la Unión de Agricultores César Chávez. Participantes caminaron cinco días desde Delano a Sacramento, California. (Raul Guille/EE.UU.)

José López (al centro, con polo azul) se unió a una marcha organizada por la Unión de Agricultores César Chávez. Participantes caminaron cinco días desde Delano a Sacramento, California. (Raúl Guillén/EE.UU.)

La Diócesis de Stockton ha sido un modelo de la pastoral migrante para otras diócesis de EE.UU. López dice que la misión del ministerio se basa en: “No maltratarás al extranjero ni lo oprimirás, porque ustedes fueron extranjeros en Egipto” (Éxodo 22, 20).

Otra inspiración para López en su labor es la carta pastoral Juntos en el Camino de la Esperanza: Ya No Somos Extranjeros. Entre las recomendaciones de la carta sobresalen: ir a los campos donde se encuentran los migrantes, enfocarse en los niños y jóvenes y proveer oportunidades de liderazgo. De esta carta surgió la idea de crear un boletín informativo para los migrantes en los campos.

Una de las recomendaciones en los Encuentros Nacionales de Ministerio Hispano ha sido el trabajar en una pastoral en conjunto. Es decir, crear alianzas entre las diócesis y otras organizaciones para unir esfuerzos y así atender las necesidades de los hispanos en EE.UU.

Un ejemplo de la pastoral en conjunto es la Región Pastoral XI de Ministerio Hispano, una comisión que reúne a líderes hispanos de las diócesis de California y Hawái. En estas reuniones, como promotor misionero Maryknoll, tuve la oportunidad de conocer a líderes hispanos como López e identificamos vías de colaboración.

El pasado agosto, con el lema “Discípulos Misioneros Haciendo Camino al Andar”, ofrecí un retiro a 40 jóvenes y líderes de la pastoral migrante en la Capilla Guadalupe, un campo en Westley, California.

Alicia Cisneros, voluntaria en el ministerio migrante, comparte los retos de la misión. “Al principio fue muy difícil porque para los migrantes su prioridad es trabajar. Cuando tratábamos de hablar con ellos había desconfianza, ni siquiera querían inscribir a sus hijos para recibir educación religiosa o los sacramentos”, dice Alicia. “Poco a poco nos fuimos ganando la confianza, a través de celebraciones y convivencias fuimos creando amistad. Ahora sentimos que ellos son parte de nuestra familia”.

Izq.: Erika Juárez e hija Angélica Magaña, miembros de la pastoral migrante de un centro de familias migrantes, lideraron una procesión en un taller para equipos pastorales migrantes. (José López/EE.UU.)

Izq.: Erika Juárez e hija Angélica Magaña, miembros de la pastoral migrante de un centro de familias migrantes, lideraron una procesión en un taller para equipos pastorales migrantes. (José López/EE.UU.)

Cisneros sirve desde hace 20 años, enseñando catequesis a los niños y su esposo trabaja con los padres de familia. “Me da mucho gusto verlos crecer. Me he encontrado con algunos jóvenes ahora ya profesionales”, dice Cisneros. “Ellos se acuerdan de mí y me saludan: ‘Maestra Alicia, usted me dio clases de Primera Comunión cuando era niño’”. 

Así como muchos niños han crecido en los campos y ahora ya son adultos, López fue uno de ellos. Nacido en Michoacán, México, él ha vivido en carne propia muchos de los desafíos que las familias agrícolas enfrentan. Su padre, migrante y campesino por 30 años, fue parte del Programa Bracero de trabajadores agrícolas temporales de México (1942-1964). Su familia viajaba de México a EE. UU. a realizar trabajos temporales.

Cuando en 1968 la familia de López se estableció en California, él tenía 12 años. Recuerda que desde entonces ayudaba en el campo y era voluntario y líder en su comunidad. En 1983 fue representante de la pastoral migrante en la Diócesis de Stockton. Luego fue asignado a representar el Ministerio Migrante en el III Encuentro Nacional de Pastoral Hispana en 1985. López recuerda esta frase del III Encuentro: ¡De los asientos a los caminos!

Una muestra de eso lo vivió el año pasado cuando 21 jóvenes migrantes recibieron su Confirmación en una Misa presidida por el Obispo de la Diócesis de Stockton Myron J. Cotta. “En la celebración, una persona  le dijo al Obispo: ‘Señor Obispo, gracias por salir de su cueva y estar aquí con nosotros’”, dice López. “El obispo sonriendo le contestó, ‘esta es nuestra catedral’, refiriéndose a la naturaleza en los campos de cultivo”.

Izq.: Erika Juárez e hija Angélica Magaña, miembros de la pastoral migrante de un centro de familias migrantes, lideraron una procesión en un taller para equipos pastorales migrantes. (José López/EE.UU.)

El obispo Myron J. Cotta de la diócesis de Stockton, California, preside una Misa de confirmación para adolescentes y jóvenes trabajadores agrícolas. (Cortesía de José López/EE.UU.)

Nombrado director del Ministerio Migrante desde el 2001, López dice que ha aprendido de otros líderes preparados académicamente — pero también de los campesinos. “La sabiduría de la gente del campo consiste en una espiritualidad de dar gracias a Dios,” dice. “En las mañanas hacemos una oración para encomendarnos a Dios y le damos gracias por todo”.

López tiene tres hijos y está casado con Digna Ramírez, directora de la Oficina del Ministerio Hispano de la Diócesis de Stockton, quien ha trabajado con él codo a codo. Su vida matrimonial ha girado en torno al ministerio pastoral con migrantes hispanos en California.

López, ahora de 69 años, dice de su compromiso con sus hermanos migrantes: “Enfrentamos retos. A veces es muy difícil, pero sé que Dios siempre está conmigo”. Refiriéndose al mensaje del Papa Francisco en la última Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, añade: “Dios camina con su Pueblo… Dios camina con los campesinos.”

Imagen destacada: Un trabajador agrícola migrante sostiene baldes de arándanos después de cosecharlos en los campos agrícolas de Stockton, en el Valle Central de California. (José López/EE.UU.)

Sobre la autora/or

Leonel Yoque

El Diácono Leonel Yoque es animador y educador misionero de Maryknoll en Los Ángeles.

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