Ayudando a Misioneros a Hablar de Dios en los Idiomas de Taiwán

Tiempo de lectura: 5 minutos
Por: Maria-Pia Negro Chin
Fecha de Publicación: Mar 1, 2019
SACERDOTE Misionero continúa tradición Maryknoll en Taiwán

Por más de un siglo, generaciones de misioneros Maryknoll han aprendido y se han sumergido en diferentes culturas para compartir el mensaje misericordioso de Dios en las misiones extranjeras. El Padre Maryknoll Kurt J. Anderson, un sacerdote de 73 años que ha dedicado 46 años de su ministerio al pueblo de Taiwán, es uno de ellos.

Como párroco de dos iglesias y una estación rural, el padre Anderson celebra cinco Misas los fines de semana, en las que predica en taiwanés, chino mandarín e inglés. “Me siento parte de la comunidad”, dice el misionero de Detroit, Michigan.

Durante los últimos cuatro años, el padre Anderson también ha estado a cargo del Centro de Servicios Lingüísticos Maryknoll en Taichung. El centro, dice el sacerdote, produce materiales litúrgicos en chino y taiwanés para ayudar a los misioneros a ministrar a las personas en su idioma nativo e incluye traducciones fonéticas.

“El servicio que ofrecemos alienta a las personas a usar el idioma local, porque los símbolos son muy difíciles”, dice. “Ayuda a pronunciar símbolos poco comunes, y generalmente los textos litúrgicos tienen palabras bastante difíciles”.

El padre Anderson durante sus diferentes ministerios pastorales desde su ordenación sacerdotal y envío misionero en 1972 (foto en blanco y negro). (Fotos cortesía de Maryknoll Mission Archives)

Estudiar el idioma taiwanés fue clave para el padre Anderson cuando llegó a Taiwán después de su ordenación sacerdotal en 1972. Después de dos años de estudio del taiwanés, el misionero trabajó en siete parroquias y estaciones rurales. Luego estudió mandarín y se dirigió al sur, donde realizó un trabajo pastoral utilizando sus conocimientos de lengua y cultura durante aproximadamente 30 años. Cuando era párroco de la parroquia de Wujya en Kaohsiung, por ejemplo, el misionero desarrolló una capacitación de visita a los enfermos para laicos y animó a los feligreses a ser misioneros en su propia comunidad. El padre Anderson fue a Taichung en 2010 para continuar su labor pastoral. Él dice que sólo sigue el legado Maryknoll en la isla.

“Maryknoll ha sido muy importante para la misión en Taiwán”, dice el misionero, quien agrega que la presencia Maryknoll fortaleció la iglesia local. “En la diócesis, ciertas areas fueron desarrolladas por Maryknoll. Construían parroquias, iban a las montañas”.

La misión de Maryknoll en Taichung comenzó formalmente en 1951, y los misioneros se centraron en el trabajo de ayuda, nutrición, visitas médicas y cuidado espiritual. Aprender el idioma del campo misionero fue difícil, pero los conectó con la gente, y fue crucial para hacer que el Evangelio estuviera disponible para todos.

El Padre Maryknoll Kurt Anderson trabaja en un centro lingüístico que ayuda a misioneros a navegar los idiomas de Taiwán por medio de traducciones y otros recursos. (Nile Sprague/Taiwán)

El Padre Maryknoll Kurt Anderson trabaja en un centro lingüístico en Taichung, Taiwán, que ayuda a misioneros de diferentes congregaciones a navegar los idiomas de Taiwán por medio de traducciones y otros recursos. (Nile Sprague/Taiwán)

Destacando la importancia de ministrar en el idioma local, el fallecido Padre Maryknoll Albert Fedders estableció una escuela cultural y de idiomas en 1952. Los misioneros Maryknoll también aprendieron idiomas indígenas y evangelizaron a grupos minoritarios en Taiwán.

El padre Fedders amplió el programa y escribió libros utilizados por misioneros. A principios de la década de 1970, la escuela de idiomas ofreció capacitación a los misioneros en los principales idiomas de Taiwán, incluidos los dialectos del mandarín y taiwanés, la religión y la cultura taiwanesa.

“Aprender el idioma de las personas a las que estás ministrando significa que estás ministrando a su corazón, no a su cabeza”, dice el Padre Maryknoll Alan Doyle, director de las Escuelas de Idiomas Maryknoll en Taipéi y Taichung (El sacerdote también tiene un ministerio para jóvenes católicos en la ciudad de Taipéi).

Los recursos de idiomas que proveen los misioneros siguen apoyando a sacerdotes Maryknoll y ministros de otras congregaciones. En el Centro de Servicio de Idiomas en Taichung, el padre Anderson continúa los esfuerzos de sacerdotes como el Padre Maryknoll Clarence A. Engler, quien supervisó la finalización de dos diccionarios.

Además de imprimir libros litúrgicos, el centro lingüístico desarrolló y mantiene una colección de materiales pastorales, disponibles como libros electrónicos y de audio. El padre Anderson está terminando una traducción taiwanesa de la Biblia católica.

Él reconoce que ser una minoría cristiana en Taiwán es un desafío, por lo que siempre intenta responder las preguntas de sus feligreses. A él le gusta preguntarles a las personas por qué se volvieron cristianas. “Cada historia es diferente, pero siempre hay algo que los conmovió y los llevó a su fe”, dice.

El sacerdote comparte la historia de una mujer que estaba familiarizada con la Iglesia Católica porque estaba involucrada en un hospital católico. Sin embargo, ella estaba buscando una religión y fue a ver lo que el budismo tenía para ofrecer.

“Una persona budista, muy buena, le dio algunas grabaciones. Ella puso un casete en la grabadora y no funcionó. Entonces, ella se los regresó a la persona”, dice el misionero. “Después de conversar, la persona dijo: ‘Tal vez no debas ser budista. Tal vez deberías seguir el otro camino a la Iglesia Católica porque estas grabaciones funcionan; simplemente no funcionan para ti’”.

Durante sus 46 años en Taiwán, el sacerdote también aprendió que necesita el apoyo de la gente, quien ha enriquecido constantemente su propio espíritu y lo ayudó a navegar el idioma y la cultura. La reflexión bíblica y la Misa diaria también lo fortalecen.

El don del padre Anderson para los idiomas continúa ayudándolo en sus parroquias. “Poder seguir trabajando en la misión me sostiene”, dice. “Te das cuenta de que mucho de lo que podemos hacer es estar disponibles para la gente y hacer lo que podamos”.

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El Padre Maryknoll Kurt Anderson trabaja en un centro lingüístico que ayuda a misioneros a navegar los idiomas de Taiwán por medio de traducciones y otros recursos. (Nile Sprague/Taiwán)

Sobre la autora/or

Maria-Pia Negro Chin

María-Pía Negro Chin nació y creció en Lima, Perú. Completó una maestría en periodismo con especialización en multimedia en la Universidad de Maryland y una licenciatura en comunicaciones en La Universidad de Loyola en Maryland. Como directora asociada, ella escribe, edita y traduce artículos para las revistas MISIONEROS y MARYKNOLL de los Padres y Hermanos Maryknoll. Su trabajo ha sido premiado por la Asociación de Prensa Católica de Estados Unidos y Canadá. Vive en Nueva York, Estados Unidos, con su esposo e hijo.

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