Los Altman y las familias de las mujeres de ACOMUJERZA son una muestra del trabajo por el bienestar común de una familia más grande: la familia humana. Esta edición de Misioneros tiene otros ejemplos de miembros de esa gran familia. La joven Brenda Noriega es una de 20 jóvenes de todo el mundo que forman parte del primer Organismo Consultivo Internacional de los Jóvenes del Vaticano (p. 8) y nos cuenta cómo los jóvenes contribuirán al futuro de la Iglesia. El Padre Maryknoll Lawrence Radice ayuda a familias de campesinos indígenas en Tailandia a combatir el cambio climático (p. 24). El Misionero Laico Maryknoll John O’Donoghue acompaña en Bolivia a miembros de la familia que parecen haber sido olvidados, las personas con enfermedades mentales y discapacidades (p. 40).
Es primavera, época de nueva vida, de Pascua de Resurreción, y aunque el COVID-19 tiene más de un año de causar estragos en el mundo no ha podido detener el amor y la compasión misioneras, ni menos nuestra dedicación por construir el Reino de Dios siendo, como nos dice el Papa Francisco, parafraseando a San Francisco de Asís, Fratelli Tutti.
—David R. Aquije