Misioneras laicas Maryknoll son enviadas a servir en Kenia, El Salvador y Camboya
Salgan y sueñen: ese fue el mensaje del Obispo Mark Seitz de El Paso, Texas, a las tres recientes misioneras laicas y a una misionera laica—que vuelve a servir—durante la Misa de convenio y envío del 2 de diciembre para la clase de Misioneros Laicos Maryknoll del 2023.
Durante su homilía en la parroquia Cristo Rey en El Paso, el Obispo Seitz dijo: “Me quedó claro al leer sobre Maryknoll y su historia que todos ustedes son un grupo de soñadores. Y mientras pensaba en ello, me di cuenta de que eso es algo realmente bueno”.
En nuestros sueños, dijo, reconocemos “un mundo con el que Jesús soñó”.
Los fundadores Maryknoll y los misioneros que los siguieron “aceptaron el reto de salir… y mostrar que ese sueño no era sólo un sueño, sino la posibilidad de un nuevo mundo, una nueva vida”, dijo el Obispo Seitz.
Elvira Ramírez, directora ejecutiva de los Misioneros Laicos Maryknoll, señaló la importancia de la fecha de la Misa: el aniversario del martirio de cuatro religiosas en 1980 en El Salvador. “En este 43 aniversario”, dijo Ramírez, “honramos su memoria y su testimonio. Sus vidas han inspirado a muchos a ponerse del lado de las comunidades marginadas y oprimidas”.
El evento también marcó la realización de un sueño para los Misioneros Laicos Maryknoll. El año pasado, la organización trasladó su departamento de servicios misioneros del campus de Maryknoll en Ossining, Nueva York, a El Paso. Por primera vez en los 48 años de historia de la organización, el nuevo programa de orientación para misioneros se llevó a cabo cerca de la frontera entre Estados Unidos y México.
Los Misioneros Laicos Maryknoll sirven en ambos lados de la frontera en ministerios que incluyen asesoramiento de ley migratoria, hospitalidad para migrantes, programa de inmersión en la frontera, alcance pastoral y programas para niños.
Elvira Ramírez (dcha.), directora ejecutiva de los Misioneros Laicos Maryknoll, entrega la cruz misionera a Sarah Bueter en presencia del Padre Lance Nadeau y la Hermana Leonor Montiel. (Cortesía de los Misioneros Laicos Maryknoll)
El programa de orientación de este año conectó a las misioneras con dichos ministerios locales. Cada lunes, ellas fueron voluntarias en refugios para migrantes en las parroquias de la Sagrada Familia y el Sagrado Corazón.
“Prepararse para el servicio misionero fue una señal real de cambio para los participantes en el programa de orientación de ocho semanas”, señaló Ramírez. “Y trasladar la orientación a El Paso también marca una señal de cambio para los Misioneros Laicos Maryknoll”.
Durante la Misa, las candidatas firmaron convenios en los que se comprometieron a servir durante tres años y medio en misión en Kenia, El Salvador y Camboya. Ellas se unieron a la misionera laica que también se comprometió a servir durante dos años en Kenia.
La reciente candidata Sarah Bueter, de South Bend, Indiana, dijo que ve el trabajo misionero en El Salvador como “una extensión de la solidaridad de Dios con la creación”. Y continuó: “El hecho de que Dios haya elegido encarnarse de una manera particular en los márgenes es un signo de gran esperanza y ternura”.
La joven misionera ha trabajado en una amplia gama de entornos, que incluyen las comunidades del Trabajador Católico en Denver y South Bend, un centro de acción social jesuita en Honduras y la Iniciativa Kino para la Frontera. También pasó un verano en Belén, Palestina, en un programa de transformación de conflictos.
“La fe no se trata de vivir perfectamente”, dijo Bueter. “Se trata de vivir de manera diferente, lo que a veces puede verse un poco patas arriba”.
Julienne Hoang, quien es cantante, entona el salmo responsorial en inglés y vietnamita. (Cortesía de los Misioneros Laicos Maryknoll)
Su decisión de convertirse en misionera laica Maryknoll fue influenciada por los ejemplos de las personas que trabajaban en la Iniciativa Kino para la Frontera. “Los veía recibir a una madre migrante con gracia y atención, como si acabaran de conocer al mismísimo Cristo Rey. Y, por supuesto, ¡eso era lo que habían hecho!”
Al igual que Bueter, Theresa Glaser no es ajena al servicio internacional.
En 2008 se ofreció como voluntaria durante un año en África occidental como miembro de un equipo de atención de VIH/SIDA de Catholic Relief Services. El equipo apoyó a las personas de aldeas remotas con alimentos y atención médica, atendió a niños vulnerables huérfanos a causa del SIDA y ofreció programas educativos de prevención.
Durante sus décadas como maestra en Ohio y Carolina del Sur, Glaser eligió trabajar en colegios de secundaria en zonas marginales. Glaser, quien se retiró de la enseñanza en 2021 y recientemente vivió en Taylor Mill, Kentucky, tiene un doctorado en Ciencias Biológicas de la Universidad de Cincinnati. Antes de dedicarse a la docencia, trabajó como investigadora científica, incluyendo seis años en Australia y Suiza.
“Servir en misión”, dijo Glaser, “significa vivir en solidaridad con los pobres y vulnerables del mundo y trabajar juntos para mejorar las circunstancias de la vida de los demás”.
Glaser, quien dice que espera regresar a África, servirá en Kenia.
Trabajar como voluntaria con niños refugiados en Filipinas en sus veintes llevó a Julienne “T.T.” Hoang a una carrera de defensa de refugiados, solicitantes de asilo y víctimas de abuso y trata de personas. Sin embargo, el deseo de volver al servicio misionero internacional permanecía en su corazón.
Mientras tanto, Hoang se desempeñaba como feligresa activa en la Iglesia Holy Vietnamese Martyrs en Austin, Texas. Cantó en el coro, fue lectora y ministra de la eucaristía, enseñó catecismo y ayudó a organizar eventos de recaudación de fondos. También es miembro activa de Comunidad de Vida Cristiana de Dong Hanh, una asociación católica vietnamita-estadounidense basada en la espiritualidad ignaciana.
Hoang se retiró de su trabajo más reciente como analista regional en la Oficina Federal de Reasentamiento de Refugiados para unirse al programa de orientación.
De Izq. a dcha.: El Padre Maryknoll Finch, Ramírez, el Obispo Mark Seitz de El Paso, la Hermana Maryknoll Montiel y el Padre Nadeau posan frente a los retratos de las cuatro mártires de El Salvador. (Cortesía de los Misioneros Laicos Maryknoll)
En Camboya, planea ayudar a las víctimas de la trata de personas. “La trata es el crimen más atroz porque le quita a una persona su dignidad humana y autoestima”, dijo.
“Cada uno es llamado a la misión cuando nacemos, ya sea que elijamos escuchar este llamado o no”, dijo Hoang. “Dios tiene una misión para cada uno de nosotros”.
Además de las tres recientes misioneras, Kathy Flatoff, enfermera de Tomah, Wisconsin, vuelve a Kenia. Desde 2018 hasta 2021, había trabajado como misionera laica Maryknoll en un dispensario médico en Mombasa.
Desde su vuelta a Estados Unidos, dijo Flatoff: “He estado disfrutando de las comodidades de mi hogar, pero la idea de regresar a Kenia nunca ha estado lejos de mi mente y corazón”.
Y añadió: “El corazón de un misionero cambia para siempre al servir a los pobres, los oprimidos y otras poblaciones marginadas. Después de mucha reflexión y oración, siento que Dios y mi corazón misionero me están llamando a regresar a Kenia… Ahí es donde Dios quiere que esté”.
Ella trabajará en atención a la salud para la Diócesis de Kitale, que administra tres hospitales rurales.
El Padre Maryknoll Lance Nadeau, superior general de los Padres y Hermanos Maryknoll, pronunció el discurso de apertura.
Dirigiéndose a las misioneras en la celebración tras la Misa, el Padre Nadeau bromeó: “Algunas personas han cuestionado su sentido de aventura, su audacia, su toma de riesgos, su locura atrevida. Y deberían cuestionárselo, ¡y ustedes también! Están escogiendo ser extranjeras que confían en los nativos de otra cultura”.
Sin embargo, agregó, al aceptar el llamado a la misión intercultural, vendrán muchas bendiciones. Lo más importante, concluyó, es “ver nuestra humanidad compartida en los demás… estar centrados en los demás y reverencialmente atentos”.
Deirdre Cornell contribuyó con este reportaje.
Imagen destacada: De izq. a dcha.: Sarah Bueter, Kathy Flatoff, Theresa Glaser y Julienne Hoang, misioneras laicas Maryknoll, celebran su ceremonia de convenio y envío el 2 de diciembre del 2023 en la parroquia Cristo Rey en El Paso, Texas. (Cortesía de los Misioneros Laicos Maryknoll)
