Siguiendo los pasos de mamá

Tiempo de lectura: 3 minutos
Por: Deirdre Cornell
Fecha de Publicación: Sep 2, 2025

Al criar a sus dos hijas con su esposo en las afueras de San Salvador, Clelia Estrada de Cruz les inculcó los valores de sus padres. “Nos enseñaron a ser generosos con los demás y a compartir”, dice Clelia.

La familia es parte de Cristo Salvador, una parroquia resiliente en la colonia de Zacamil en Mejicanos, El Salvador, donde el Padre Maryknoll John Spain sirve. Maryknoll tiene una larga historia sirviendo a esta comunidad marginada.

“La parroquia promueve la misión e integración de sus ministerios”, dice Clelia. “Estamos en una zona urbana con situaciones difíciles”.

Clelia trabaja para la Arquidiócesis de San Salvador en la Vicaría Episcopal de Promoción Humana, parte de Cáritas El Salvador. Desde 1991, ella ha trabajado con asistencia ante desastres, ministerios para el VIH/sida, atención a la salud y ecología con base en la encíclica Laudato Si’.

Ahora ella trabaja con niños de hasta 7 años y sus familias. En este país azotado por décadas de masacre, su programa rompe ciclos de violencia desde el hogar.

“Culturalmente se cree que el cincho (cinturón) y los gritos son forma de disciplinar a los niños,” dice. “En el programa tratamos de cambiar esa disciplina violenta por una de amor y ternura. Enseñamos a las familias diferentes métodos de crianza”.

“Trabajar con la Iglesia Católica ha sido una bendición”, dice Clelia, 67, cuya hija, Carolina Guadalupe, diseña infraestructura en áreas subdesarrolladas.

Su otra hija Sofía Beatriz Cruz Estrada, 34, sigue los pasos de su madre al trabajar con la Iglesia.

Después de recibir los sacramentos de la Primera Comunión y la Confirmación, Sofía ayudaba con el catequismo, caminando sola por calles peligrosas para llegar a la parroquia. “Sabía que tenía que ir”, recuerda ella. Cuando tenía cerca de 20 años, se unió al ministerio juvenil, donde asumió un rol de liderazgo.

Después de un año, el párroco Padre Joaquín Álvarez le pidió a Sofía que representara a la parroquia y al ministerio juvenil en reuniones con el vicariato. Éste a su vez la envió a reuniones a nivel arquidiocesano. Sofía luego representó a la Arquidiócesis de San Salvador en la Comisión Episcopal de la Juventud. Asistió a peregrinajes para la Jornada Mundial de la Juventud en Polonia y Panamá, y fue parte de un especial encuentro juvenil en Roma.

En el 2019, Sofía recibió una invitación extraordinaria. El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida estaba estableciendo su primer Organismo Consultivo Internacional de los Jóvenes. Sofía estaba entre los 20 jóvenes de todo el mundo seleccionados para este comité.

Durante sus cuatro años en el comité, Sofía y otros miembros reflexionaban sobre temas relevantes para los jóvenes.

Cada año, para la celebración de los jóvenes del Papa Francisco durante la Solemnidad de Cristo Rey, los miembros respondían a su elección de pasajes de las Escrituras y el Santo Padre consideraba su aporte en su mensaje.

Para la Jornada Mundial de la Juventud en Portugal hace dos años, el comité tuvo “la dicha de dar ideas para las estaciones del Viacrucis”, dice Sofía.

Ella dice que está asombrada y llena de humildad por su trayectoria. “Dios aquí me ha puesto”, dice.

Sofía es titulada en mercadeo, pero con los años se dedicó al trabajo social. “Me gusta trabajar con las personas’, dice.

Como parte de su maestría en Gestión de Proyectos, Sofía fue pasante en Cáritas y después trabajó para Catholic Relief Services. Su trabajo la ha llevado a coincidir en los mismos círculos que Clelia, su madre.

“Compartimos el mismo trabajo de maneras diferentes”, dice. Su participación en la parroquia también sirve para “fortalecer el lazo entre madre e hija”. Ella dice que “uno no está en esta misión como solitario”.

Sofía acredita al misionero Spain y al Padre Maryknoll John “Jack” Northrop, quien recientemente volvió a Estados Unidos, por apoyar su ministerio y transmitirle alegría y entusiasmo. Para los jóvenes, señala ella, puede ser difícil expresarse. “La apertura que demuestran ha sido una gran ayuda”.

Después de la pandemia del COVID-19, el Padre Joaquín llamó a Sofía para reiniciar el ministerio juvenil de la parroquia y para “reanimar a la juventud”. Una vez más, Sofía vuelve a recorrer el conocido camino a Cristo Salvador.

Después de todo, dice ella, “a servir es a lo que hemos venido”.

​Imagen destacada: De izq. a dcha.: El Padre Maryknoll John Northrop, Sofía Cruz, Clelia Estrada, el Padre Maryknoll John Spain y el Padre Joaquín Álvarez, párroco de la parroquia Cristo Salvador. (Cortesía de Sofia Cruz/El Salvador)

Sobre la autora/or

Deirdre Cornell

Deirdre Cornell sirvió como misionera laica Maryknoll en México. Es autora de tres libros Orbis Books, entre ellos Jesus Was a Migrant y American Madonna: Crossing Borders with the Virgin Mary, y actualmente trabaja con el equipo de la revista Maryknoll.

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