Extractos de una entrevista con el Cardenal Luis Antonio Tagle.
El Cardenal Luis Antonio Tagle, de Filipinas, es prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y presidente de Caritas Internationalis. Es autor de tres libros de la casa editorial de Maryknoll, Orbis Books: The Risk of Hope, I Have Learned from the Least y Easter People. El cardenal, un amigo de Maryknoll desde hace mucho tiempo, visitó recientemente la sede de Maryknoll en Ossining, Nueva York, para presidir la ordenación de nuestro nuevo sacerdote Maryknoll. Tuvimos la oportunidad de hablar con él sobre la misión, los problemas globales y sus esperanzas para el futuro. Aquí compartimos extractos de esa entrevista, conducida por nuestra redactora Giovana Soria. Para leer la versión completa, vaya a “Una Entrevista con el Cardenal Tagle”.
Misión: El amor de Dios
Para la Iglesia en misión, la realidad global no es como una actividad extracurricular, no es un apéndice. Es parte integral de nuestra identidad como Iglesia Católica Universal donde opera el amor universal, donde a través de la presencia de personas de diferentes países, sabemos que el amor de Dios en Jesús es universal. Tú encuentras a un hermano, una hermana en todos, especialmente en los pobres. … Esta comunión de la humanidad, la comunión de la creación en Jesús y la presencia de misioneros de diversas partes del mundo en diferentes territorios, en diferentes contextos y viviendo en comunidad es un Evangelio vivo.
División versus el Evangelio de la fraternidad
Cuando hablamos de globalización, cuando hablamos de comunión, cuando el Papa Francisco habla sobre la fraternidad universal, Fratelli Tutti y el cuidado de nuestra casa común, vemos mucha división en el mundo. Vemos mucha sospecha entre la gente. Vemos mucho miedo hacia los demás, llegando incluso a actos violentos que nos entristecen, pero al mismo tiempo es una oportunidad de afirmar el Evangelio del amor y la fraternidad universal, la hermandad y la amistad. Para que nosotros en la Iglesia también estemos atentos porque esta división en líneas étnicas, incluso en líneas tribales, lingüísticas, líneas raciales, lo que vemos en el mundo tiene sus consecuencias y tiene una presencia incluso dentro de la Iglesia. Hay una consecuencia misionera. Si la comunidad cristiana no puede abrazar, los miembros no podrían abrazarse como hermanos y hermanas, los no cristianos al mirarlos dirían: “¿Qué evangelio es ese?” La comunión dentro de la comunidad de cristianos no es sólo para relaciones fluidas. Tiene un valor misionero.
Vocación: Encontrar nuestro don
Ya sea como sacerdote o laico, cada uno tiene un proceso único para determinar qué don le ha dado Dios. Una vocación es una respuesta a ese don. Lo que me gustaría decirles especialmente a los jóvenes es que no tengan miedo de involucrarse en el proceso de descubrir ese don. … No hay una receta que les quede bien a todos porque a todos se les llama de una manera única. Le diría a la gente que no tenga miedo de participar en ese discernimiento, que confíe en la Palabra de Dios, escuche la Palabra de Dios y vea en la Palabra de Dios la sabiduría que aclarará para cada uno: “¿Qué puede estar pasando en mí?”
Ministerio migrante brinda esperanza
El ministerio de migrantes, especialmente de la Iglesia y de las organizaciones sociales y caritativas de la Iglesia, es el gran portador de esperanza para personas que se encuentran desarraigadas y se sienten perdidas en tierra extranjera. Cuando ven que hay individuos y comunidades que realmente se preocupan por ellos y no los dejarán solos, entonces su dolor se transforma en fortaleza. … Si se les hace sentir que son seres humanos respetados y se les brinda la oportunidad de florecer, se convierten en un activo para el país receptor. Ellos proporcionan mano de obra, brindan trabajo de calidad porque son aceptados y también pueden ayudar a sus familias en casa. Los trabajadores migrantes podrían convertirse en un puente humano entre dos o más países y culturas.
Pobreza y aprendizaje de los más pequeños
Siempre trato de aprender de los más pequeños. Aunque no pueda contribuir con ellos, puedo enseñar, pero debo ser un estudiante de los más pequeños porque tienen una sabiduría que los académicos no tienen. Ellos saben, desde su sufrimiento, lo que es la esperanza. Saben qué es el amor en compartir su pobreza, su necesidad. Saben que es fe, incluso cuando es tan difícil decir: “Padre nuestro, danos hoy nuestro pan de cada día”, porque saben que no habrá pan. Pero saben que hay fe, saben por su fe lo que eso significa. Tenemos que aprender de ellos. … Realmente deberíamos trabajar para que las necesidades básicas humanas que todo ser humano digno merece se les den, no solo como promesas. Creo que eso es parte de nuestro servicio a ellos, no solo decir con palabras que son dignos, sino tomar medidas e incluso proponer algunos cambios en las mentalidades, en las políticas, en la economía que mantienen pobres a los pobres. Eso es parte de la afirmación de su dignidad.
Paz: Solidaridad con todas las personas
Expresamos nuestra solidaridad con todas las personas que sufren en situaciones de conflicto, y la situación más traumática en este momento está en Ucrania. Pero hay conflictos en este momento en el mundo y algunos de ellos han sido olvidados. …Parece que la violencia ha empeorado. … ¿Cuándo aprenderá la humanidad? ¿Por qué seguimos repitiendo la misma falta y error?
(Para leer toda la entrevista, vaya a “Una Entrevista con el Cardenal Tagle”.)
Imagen destacada: El Cardenal Luis Antonio Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, pronuncia la homilía durante la ordenación sacerdotal del Padre Maryknoll John Siyumbu en el Centro de la Sociedad Maryknoll en Nueva York, el 3 de junio de 2022.